
Aunque lo normal sería que la ciudad de Málaga dedicara automáticamente una calle a Pepe Almoguera por su destacado papel en la historia social de Málaga —esa que hacen las gentes, la que desafía el tiempo, surge de sí misma y conmueve las almas— parece que hay que atravesar por este trámite de las firmas. No hace falta decir desde OLO SURF HISTORY que Pepe Almoguera, hombre de mar donde los haya, pionero de pioneros, es el padre del surf en Málaga, mar de olas incomprensibles que Pepe convirtió en pasión y llevó más allá de los límites, hoy convertido en una de las historias más sorprendentes e inspiradoras de la historia social del deporte. Además de navegante y constructor de embarcaciones (heredando el arte de su padre Julián), impulsó la creación de la Liga de Jábegas, regatas de remo en las más tradicionales embarcaciones de Málaga, que rebosan las playas de color y ánimo cuando llega el verano. Si hoy el deporte ocupa el papel más destacado de las sociedades modernas, y Pepe Almoguera ha sido no solo impulsor determinante, sino pionero de deportes marinos en una de las ciudades más bellas junto al mar, entonces es esta misma ciudad la que debe recordar su nombre para que resuene y siga inspirando a paisanos y foráneos de hoy y de tiempos venideros. La ola que Pepe nos trajo a todos, sigue rompiendo libre. [Daniel Esparza]
Una calle para Pepe Almoguera. Puedes firmar aquí y extenderlo a otros: https://www.change.org/p/ayuntamiento-de-málaga-conceder-el-nombre-de-pepe-almoguera-a-una-calle-del-barrio-de-pedregalejo-o-el-palo-en-málaga?recruiter=33909336


Daniel, una vez más superas las expectativas que se depositan en tí.
Gracias de todo corazón.
Daniel: Pepe fue muy querido por todo el que lo conoció y también admirado, pero la labor que has hecho tú sobre su alcance social es difícil de superar. Pepe estaba encantado contigo, y no por ser él el protagonista de tu siguiente libro, sino por el magnífico trabajo realizado por ti en torno al surf, por haber encontrado otra persona con el entusiasmo con el que él emprendió el pasear por las olas. Mi hermano te daría mil veces las gracias. Pepi.
Yo iría más allá: ponerle el nombre a una playa.